ELSA SCHIAPARELLI

Schiaparelli no creía en la delicadeza con la que se veía a la mujer de los años 20’s, si no que buscaba una forma de arte diferente para resaltar más que su belleza, su fuerza…

Nacida en Roma en 1890 en el palacio Corsini, las perspectivas para ella discurrían muy lejos de la moda y del surrealismo, su familia de aristócratas e intelectuales la convencieron para que estudiara filosofía.

Desde su juventud mostró un fuerte rechazo por la opresión y sexismo de la época que se desarrolló entre dos guerras, y teniendo a Coco Chanel como símbolo de femineidad en ese entonces opto por trazar un camino opuesto a este, ganándose así una gran enemiga.

 

El carácter, el genio y el atrevimiento de Madame Schiaparelli fueron sin duda los pilares con los que levantó su imperio, pues en una época dominada por hombres, y oprimida por las guerras, su creatividad y encanto relucieron entre mucho como obras de arte.

Este gusto la llevo a mantener amistad con artistas como Giacometti, Cocteau, Salvador Dalí, Pablo Picasso, entre otros, mismos que le ayudaron a explotar su talento y gusto por las excentricidades y el surrealismo.

A los 22 años se trasladó a Londres, donde conoció a Wilhelm Wendt de Kerlor, con el que se casó 24 horas después de su primer encuentro.

Luego de que Willhelm la engañara y tras pasar una temporada en Norteamérica, Elsa se trasladó a París, donde entró en contacto con los círculos vanguardistas de la ciudad. Asentada y bien posicionada socialmente, decidió levantar su propia marca, un éxito inaudito y gracias a la cual se convirtió en un emblema de la modernidad.

 

 

Schiaparelli legó a convertirse en un mito, creó desfiles modernos y temáticos; vestidos reversibles e improviso con materiales extraños, sus modelos se consideraron atrevidos y sorprendentes para los cánones de su época; en muchos de ellos incluía elementos extravagantes, como sombreros en forma de zapato o estampados de langostas.

Hoy en día la marca mantiene su gusto por animales excéntricos, como langostas, pulpos, flamencos, entre muchos otros.

Uno de sus colores favoritos era el fucsia, al cual llamó “Shoking Pink” y llego a mostrarlo en sus diseños, caracterizados por el desenfado, la modernidad y atrevimiento.

Schiaparelli fue un genio, precursora en numerosas tendencias que vuelven a la actualidad aun siendo extravagantes, se le considera creadora del branding pues fue la primera en lanzar una línea de gafas y bolsos con sus maravillosas S y candados en sus creaciones para hacerlas todavía más inconfundibles y llegó a bautizar las colecciones con nombres sugerentes y a tejer estrafalarios hilos argumentales para crear expectativas entre su distinguida clientela.